6.9.12

pinten mi raya










fíjense en las fotos de arriba, tomadas de google earth. ¿notan una constante? sí: rayas pintadas en las calles. los carriles bien marcados, a veces incluso otro tipo de información –sentido, si el carril es para dar vuelta, si es una zona donde no se puede circular– y, sobre todo, pasos peatonales. excepto en un caso, la foto inferior : la ciudad de méxico. sí hay carriles y algo que parecen ser las huellas de pasos peatonales que, a diferencia de las otras ciudades, son poco claros y, peor, discontinuos: uno puede cruzar a media calle y, si las señales dibujadas en el suelo constriñeran nuestras acciones, quedarse entonces el resto de la vida parado en el camellón. nótese que, al ser el cruce de reforma –la más importante avenida de méxico– e hidalgo, hay por lo menos carriles pintados. en muchas otras calles de la ciudad ni siquiera hay eso.

supongo que todos en la ciudad de méxico nos hemos dado cuenta de esta carencia que se suma a la falta de letreros que indiquen direcciones, nombres de calles, a la ausencia de mapas en paraderos de autobuses o estaciones de metro o metrobús o, cuando los hay, su pésima calidad en tanto sistemas de información y la pésima educación vial y absoluta descortesía de la mayor parte de los automovilistas.

probablemente la imposición de una minoría rodante sobre una mayoría que se mueve a pie, en transporte público o en bici, provoca que no se haga nada al respecto. las banquetas son un desastre, incaminables, llenas de obstáculos que se multiplican para evitar cualquier tipo de ocupación del espacio público, formal o informal, legal o no, y la más sencilla pero a la vez rica característica del homo erectus, caminar en dos patas, es despreciada.

si, como escribió william hazlitt, "caminamos principalmente para sentirnos libres de todos los impedimentos y de todos los inconvenientes, para dejarnos atrás a nosotros mismos, mucho más que para librarnos de otros," en nuestra ciudad no somos libres de andar, de olvidarnos un momento de nosotros mismos y encontrarnos con los otros en ese "espacio común de quienes no tienen nada en común" (richard sennett) : la ciudad.

¿qué les cuesta pintarnos nuestras rayas?

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