29.12.10

aprender arquitectura

hace algunos años tomé esta foto en la plaza que está entre el louvre y el palais royal: la escuela de arquitectura extramuros. la volví a ver en estos días y me pareció apropiada para acompañar esto que leí hoy, en lo que esperaba mi nueva credencial de elector, en el más reciente libro de gilles lipovetsky y jean serroy: la cultura-mundo, respuesta a una sociedad desorientada.

"la enfermedad de la universidad consiste hoy en no saber realmente cuál es su papel. [...] los dos polos entre los que oscila hoy una universidad desorientada –impartir una ciencia pura y profesionalizar sus enseñanzas– podrían servirnos de base para reconsiderar este doble camino, no en términos de oposición, sino de complementariedad. en una sociedad hipermoderna caracterizada por la rapidez y el cambio, es cada vez más estéril querer centrar la formación superiro únicamaente en la adquisición de un oficio, cuando la apertura del mercado, la flexibilidad de la producción y las transformaciones del trabajo hacen que sea prácticamente imposible saber 'cómo serán dentro de cinco años los oficios en la mayor parte de los campos de actividad laboral.'"

así, se separa entre "la élite, que aprovecha un tipo de enseñanza altamente selectivo y la masa, alistada en universidades donde cabe todo y donde no se puede hablar de 'selección'. unos, en teoría, tienen puestos asegurados, empleos importantes, salarios elevados, reconocimiento social; los otros lo subalterno, lo del monton, la mediocridad apagada de las pequeñas vidas sin horizonte."

hay por tanto que "reestructurar la universidad para adaptarla a la hipermodernidad y ponerla a la altura de su misión primera e insustituible: formar a la persona."

para ello hay que volver a la cultura de la historia. "por ella deberían empezar los estudios universitarios, como un primer ciclo que le haría recuperar su valor literalmente propedéutico de colegio universitario." sería una enseñanza "menos centrada en la adquisición de conocimientos especializados que en el sentido, en los métodos, los enfoques históricos y fenomenológicos. [...] al salir de este colegio universitario, los estudiantes pasarían a la universidad propiamente dicha, para abordar un segundo ciclo en el que podrían haber dos grandes bloques: uno centrado en la profesionalización, el otro enla investigación fundamental."

puesto así me parece que tiene mucho que ver con la diferencia entre lo específico y lo genérico que juan carlos tello y yo intentamos plantear en un curso reciente en la universidad iberoamericana. en las universidades hoy –más en méxico– se enseñan de manera genérica conocimientos específicos, es decir, se preparan arquitectos, en su caso, con conocimientos vagos –que supuestamente podrán consolidarse en estudios de posgrado, lo que parece más una estrategia de mercado que cultural o académica. al contrario, habría que enseñar de manera específica conocimientos genéricos –entender cómo producir y leer un plano cartográfico, por ejemplo, es un conocimiento genérico para geógrafos, urbanistas, planificadores y arquitectos, entre otros, que requiere habilidades epecíficas– que resulten en arquitectos, en su caso, capaces de intervenir en la realidad a partir de un conocimiento que será luego revalorado y, así, transformado.

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